Se nos presenta un reto interesante en el estudio de arquitectura. Poner cara a una gran compañía de Snacks recién instaurada en España, con un condicionante, desarrollar un sistema arquitectónico de fachada más económico que cualquier otro sistema pero manteniendo una calidad estética e innovadora.
El proyecto se resuelve mediante una repetición de elementos galvanizados verticales metálicos muy finos e insinuantes que van adaptándose a la geometría de la cubierta del edificio. Ésta solución constructiva logra una reducción del 75% de coste con respecto a las fachadas industriales tradicionales y un resultado altamente sorprendente e impactante.
Optamos por cubrir el edificio con una piel semitransparente porque consideramos que una fábrica tiene que seguir siendo una fábrica, siendo fiel a su uso y manteniendo un diálogo sincero con el espectador y el entorno. Una estética reglada e industrial y a la vez arquitectónica y sensorial.
Localización: Valladolid, España.